OTELO
OTELO (EL MORO DE VENECIA)
**Crítica literaria enloquecida de *Otelo*, por William Shakespeare**
*Subtítulo: “El celoso de Venecia o cómo destruir tu vida en cinco actos (y sin que falte el veneno emocional)”*
Si hay algo que Shakespeare amaba más que sus metáforas grandilocuentes y sus dobles sentidos sugerentes, era su habilidad para desmenuzar el alma humana como si de un trozo de pollo mal cocido se tratase. En *Otelo*, el Bardo nos presenta un cóctel tan explosivo de celos, traiciones y falta de comunicación que, sinceramente, más de uno de sus personajes bien podría haber sido invitado estrella en un programa de *Jordi Javier*. Pero, ¿qué es *Otelo* si no una tragicomedia romántica disfrazada de tragedia clásica? Prepárate para una crítica mordaz, desbordada y alegre de la obra que nos enseñó a no confiar jamás en un tipo llamado Yago, porque si ese nombre no grita "villano", no sé qué lo hará.
### La trama: o cómo complicarse la vida por un pañuelo
Otelo, nuestro protagonista de talla XXL tanto en personalidad como en físico, es un valiente general moro al servicio de Venecia, lo cual, ya de entrada, suena tan ridículo como un payaso intentando hacer malabares con cuchillos. Porque, claro, ¿cómo no iba a desconfiar todo el mundo de un moro en medio de la Italia renacentista, como si la convivencia intercultural del siglo XVI fuera algo del todo normal?
Todo comienza con la repentina boda de Otelo y Desdémona, una chica blanca y rica que seguramente pensó que casarse con un general exótico era lo más parecido a subirse a un crucero por el Caribe. Pero ¡oh, sorpresa! En esta historia no hay luna de miel. De hecho, lo que hay es una tormenta emocional de esas que te arruinan las vacaciones y te hacen volver pidiendo reembolso. ¿Y por qué? Todo gracias a un pañuelo. Sí, un simple pañuelo. Shakespeare, maestro del drama, decidió que el objeto clave de esta historia de pasión desmedida y celos iba a ser… una pieza de tela con bordaditos. Es como si hoy en día alguien decidiera que el motivo de su ruptura fuera el robo de una funda de móvil con lentejuelas.
El pañuelo, regalado a Desdémona por Otelo, es el “pistón emocional” que enciende los motores del drama. Porque si hay algo peor que no encontrar tu teléfono móvil, es que alguien lo use para encender los celos más ridículos. Y, por supuesto, el cerebro maestro detrás de esta ingeniosa artimaña es Yago, un ser humano tan confiable como un email de un príncipe nigeriano.
### Yago: el tipo que querrías bloquear en todas las redes sociales
Hablemos de Yago, la joya de la corona del villano clásico. Yago no es sólo el típico amigo que te invita a ver una serie y luego te suelta todos los spoilers sin piedad; no, él es mucho más sofisticado en su capacidad para arruinar vidas. Este tipo no sólo siembra cizaña, sino que la abona, la riega y luego organiza una fiesta para celebrar la cosecha.
Yago está resentido porque Otelo no lo eligió como su lugarteniente, así que, en lugar de enviar su currículum a otra empresa o pedir una carta de recomendación, decide que la mejor opción es destruir a todos los que están a su alrededor. ¿Qué clase de plan es ese? Es como si, después de que tu jefe no te dé el ascenso, decidieras quemar la oficina para vengarte.
Y lo mejor (o peor) de todo es que Yago manipula a todos con la sutileza de un rinoceronte en una tienda de porcelana. Él es el personaje al que simplemente no puedes odiar lo suficiente, porque parece disfrutar cada minuto de su villanía. Manipula a Otelo como si fuera una marioneta en un show de ventrílocuos, susurrándole que su esposa, la pobre Desdémona, lo está engañando con el guapetón de Casio. Y todo esto por… un pañuelo. Porque claro, la fidelidad de una mujer debe estar, necesariamente, atada a la posesión de un pedazo de tela. ¡Bravo, Yago! Tu lógica es tan sólida como un flan.
### Otelo: el hombre que necesitaba terapia urgente
Otelo es, posiblemente, uno de los personajes más intensamente trágicos y desesperadamente estúpidos que Shakespeare nos ha regalado. El tipo está tan perdido en sus emociones que bien podría haber sido el pionero del "ghosting" en el siglo XVI, ya que parece incapaz de hablar directamente con su esposa. ¿Que tienes dudas sobre si tu esposa te está engañando? ¡Háblalo, amigo! Pero no, Otelo prefiere guardar todo en su pecho, como si fuera un volcán emocional a punto de estallar.
A ver, Otelo, querido, tienes todas las señales de estar necesitando una buena dosis de terapia. Y no, Yago no es tu terapeuta. El pobre moro, que comienza siendo el héroe respetado y valiente, termina siendo un celoso patológico, dispuesto a creer cualquier chisme que Yago le cuenta. Si Shakespeare hubiera tenido acceso a los memes de hoy en día, Otelo sería el tipo que cae en todas las trampas de “mi novia me engaña porque no me respondió el WhatsApp en 2 minutos”. La confianza, claramente, no es su fuerte.
Es que si no es por los celos, Otelo en realidad habría sido un tipo bastante simpático. Claro, tenía sus problemas de comunicación y su ligera inclinación a los arranques de violencia, pero ¡ey!, ¿quién no ha tenido un mal día?
### Desdémona: la chica de oro con la peor suerte del mundo
Y hablando de mal día, pasemos a Desdémona, la heroína trágica con tan mala suerte que bien podría haber sido víctima de un horóscopo terrible: "Hoy tu esposo se volverá loco por culpa de un pañuelo perdido". Desdémona es la clásica chica buena atrapada en una situación que no entiende. Ella ama a Otelo, él la ama a ella, pero por alguna razón, su amor termina en tragedia. Es como ver un reality show donde todos los concursantes hacen lo posible por arruinar su propia felicidad, sólo que aquí no hay cámaras ni premios.
A pesar de ser básicamente una santa, Desdémona no puede salvarse del veneno emocional que Yago le ha inyectado a su marido. La pobre muere estrangulada, víctima de los celos irracionales de Otelo, y todo porque un maldito pañuelo cambió de manos como si fuera un cupón de descuento.
### Casio: el tipo guapo y sin suerte
Y claro, no podemos olvidarnos de Casio, el joven apuesto y víctima inocente del plan de Yago. Casio es ese tipo simpático que siempre te ayuda a mover los muebles, pero que nunca entiende por qué la gente lo odia. En realidad, Casio no hace nada malo, pero eso no impide que termine metido en este lío monumental. Es como ese compañero de trabajo al que siempre culpan de los problemas en la oficina, aunque él sólo fue a por café.
### El mensaje: ¿De verdad hay moraleja?
¿Qué nos quiere decir Shakespeare con *Otelo*? Bueno, a simple vista parece una advertencia contra los celos. No te pongas celoso, o terminarás asesinando a tu esposa en un ataque de furia. Es un mensaje que no ha perdido relevancia, considerando que los celos siguen siendo una de las mayores razones por las que la gente arruina sus relaciones. Pero si escarbamos un poco más, también encontramos una crítica hacia la falta de comunicación. Si Otelo y Desdémona hubieran hablado abiertamente desde el principio, esta tragedia se habría evitado.
Pero claro, entonces no tendríamos cinco actos llenos de drama, veneno emocional y un pañuelo que vale más que la vida de una persona.
### Conclusión
*Otelo* es una obra maestra del absurdo emocional. Los personajes están tan sumidos en su propio drama que resulta casi imposible no reírse de lo ridículo que puede llegar a ser el ser humano cuando se deja llevar por los celos y la desconfianza. Así que la próxima vez que pienses que tu relación va mal, recuerda: al menos no estás perdiendo la cabeza por un pañuelo perdido. O al menos, eso espero. ----------------------------- **Otelo 2.0: El Celoso de Instagram**
En pleno 2024, Otelo no es un general moro, ni vive en Venecia. Ahora es un **influencer fitness** con millones de seguidores en Instagram, famoso por sus videos de rutinas de abdominales y su habilidad para hacer sentadillas con su perro en la espalda. Viste ropa deportiva de marca que le patrocinan, y se la pasa subiendo stories de smoothies verdes que prometen hacerte vivir más tiempo (o al menos hasta la próxima campaña de colaboración). Su esposa, Desdémona, es una **influencer de lifestyle**, una especie de hada mágica del minimalismo que adora subir fotos de sus desayunos hipsters, decorados con flores y frutas exóticas que nadie sabe pronunciar.
Todo iba bien en el paraíso de los influencers hasta que Yago, el villano de la historia, decidió que su **papel de “amigo con derecho a sombra” de Otelo** no era suficiente. Trabajaba como su fotógrafo personal, pero, claro, aspiraba a más. Quería **ser una estrella de TikTok**. Sin embargo, en lugar de lanzar su propio canal con coreografías cutres o reseñas de productos, decidió que la mejor manera de escalar era **hundir a Otelo** en una espiral de celos digna de telenovela de las cinco de la tarde.
Todo comenzó con un like. ¡Un maldito like! Otelo estaba viendo la última publicación de Desdémona, una fotito preciosa de ella con un filtro de mariposas en la cabeza y un pie de foto que decía algo así como: *"Vibra alto, ama profundo, hidrátate siempre"*. La publicación iba bien, repleta de comentarios aduladores y emojis de corazones… hasta que apareció **Casio**. Casio, el enemigo número uno de todo marido inseguro, era el típico “amigo guapo” de Desdémona. Y ahí estaba su inofensivo like, como una **bomba de relojería emocional**.
Aquí entra Yago, claro, con su voz suave y la perspicacia de un troll de Twitter. “¿Viste ese like de Casio?” —dijo, entre sorbos de su matcha latte—. “Siempre le comenta sus fotos. No quiero decir nada, pero… ya sabes cómo son estas cosas”. La cara de Otelo se oscureció más rápido que el feed de un influencer cancelado.
En un abrir y cerrar de ojos, Otelo estaba revisando a toda prisa el Instagram de Desdémona, escaneando cada comentario de Casio, cada foto donde había un emoji ambiguo, cada interacción que pudiera tener el más mínimo rastro de traición. Su paranoia crecía como su número de seguidores.
Desdémona, mientras tanto, no entendía nada. Solo quería hacer su yoga con mantras tibetanos y seguir decorando sus bowls de açaí. Pero Otelo ya estaba convencido de que la traición venía por el Wi-Fi, y en un ataque de celos digno de culebrón barato, la bloqueó en todas sus redes sociales, publicando un dramático post con fondo negro: *"A veces, el amor te apuñala por la espalda... #traicionado #desconfianza"*.
¿Y Desdémona? Puso un story con una canción triste, y así acabó la relación más comentada de las redes. ¡Hasta el próximo drama viral!




Comentarios
Publicar un comentario