LA CELESTINA (La Tragicomedia de Calisto y Melibea)
LA CELESTINA
¡Ah, **La Celestina**! Ese delirante texto renacentista que te recuerda que, aunque creas que en el siglo XV la gente solo estaba ocupada rezando y fabricando tapices, en realidad estaban mucho más preocupados por el sexo, el engaño y, en el mejor de los casos, el drama absurdo. Si Fernando de Rojas estuviera vivo hoy en día, probablemente sería el guionista de alguna telenovela mexicana o el creador de un reality show lleno de trampas amorosas y personajes que toman las peores decisiones posibles. Porque, sí, eso es básicamente **La Celestina**: una comedia de errores que rápidamente se convierte en tragedia cuando todos se dan cuenta de que los planes enredados de una vieja alcahueta no son exactamente la receta del éxito en el amor.
## Trama: El gran plan de "¡Vamos a arruinar nuestras vidas!"
La historia empieza con **Calisto**, un joven de esos que verías hoy con el perfil de Tinder perfecto, fan de Nietzsche (aunque nunca lo haya leído) y con frases inspiradoras robadas de Paulo Coelho en su biografía. Este hombre se tropieza (literalmente) con **Melibea**, una joven de la que no sabe absolutamente nada, excepto que tiene una cara bonita. Como cualquier buen romántico irreflexivo, decide que esta es la mujer de su vida. En cuestión de segundos, está completamente obsesionado, recitando versos cursis que harían sonrojar a un adolescente con su primera guitarra.
Pero como todo hombre de época, no puede simplemente mandar un mensaje de texto o pedirle una cita. ¡No, no! En lugar de ser un adulto funcional, decide recurrir a una alcahueta profesional, **Celestina**, la versión medieval de una app de citas, pero con más brujería y menos algoritmos. Celestina, por supuesto, ve la oportunidad de hacer una buena cantidad de dinero y manipular a todos en el proceso, porque si algo sabemos en este mundo, es que los dramas amorosos siempre generan ganancias.
**Celestina**, experta en tramas tan enrevesadas como un culebrón venezolano, arma un plan ridículamente complicado que involucra pócimas, engaños y muchas promesas vacías. Y así, nuestros personajes entran en una espiral de decisiones estúpidas y equivocaciones monumentales que, francamente, hacen que te preguntes si todos ellos sufrieron alguna especie de golpe traumático en la cabeza en algún momento de su infancia.
## Los personajes: ¿Una obra o un casting de "La que se avecina"?
Empecemos por **Calisto**, el prototipo del *"nice guy"* que, en su mente, cree que merece todo solo por respirar. El pobre es la definición literaria del "No es ella, soy yo". ¡Claro, Calisto, claro! Aquí tenemos a un tipo que pasa de cero a cien en un parpadeo. No conoce a Melibea, pero está tan seguro de que es el amor de su vida como si fuera un algoritmo divino que le dijo: “Es ella”. Si Calisto viviera hoy, lo veríamos poniendo su coche bajo la ventana de Melibea con una radio en alto, pero en lugar de romántico, lo encontraríamos profundamente aterrador.
**Melibea**, por otro lado, empieza siendo un poco más sensata, pero pronto se ve arrastrada al remolino de locura emocional que es el mundo de Calisto. ¿Le gusta? ¿No le gusta? ¿Está confusa? Probablemente todas las anteriores. Es como si alguien la hubiera metido en una montaña rusa emocional y no le hubiera dicho dónde está la salida. Lo que empieza como un firme "No" termina en un "Bueno, tal vez... porque, ¿por qué no arruinar mi vida con este lunático?"
Y luego está **Celestina**, que, francamente, es el alma de la fiesta. Esta mujer tiene más trucos bajo la manga que un mago en Las Vegas. ¿Quieres una pócima de amor? ¡Hecho! ¿Un plan para engañar a una joven inocente? ¡Fácil! Si Celestina viviera en la actualidad, estaría vendiendo aceite de serpiente en Instagram con el hashtag #AmorEterno y prometiendo que por solo 19,99 euros puedes conquistar a quien quieras.
Los criados de Calisto, **Pármeno** y **Sempronio**, son dos idiotas funcionales que se convierten rápidamente en cómplices de Celestina. Son como esos personajes secundarios en cualquier película de acción que siempre toman la peor decisión posible en el momento más crítico. Podrías apostar tu dinero a que van a traicionar a Calisto, y ganarías. Estos dos no ven una oportunidad para enriquecerse sin lanzarse de cabeza al peor plan de la historia.
## Mensaje: El amor te hace estúpido... y también te mata
¿Qué quiere decirnos Fernando de Rojas con esta historia? Bueno, aparte de "nunca confíes en una alcahueta con intereses financieros", el mensaje central de **La Celestina** parece ser que el amor te convierte en un idiota. No un poquito, no una chispa, sino un completo y absoluto imbécil. Calisto y Melibea no solo pierden toda lógica y razón, sino que también arrastran a todos los que los rodean hacia un abismo de caos emocional.
Además, si eres de los que disfrutan con finales felices, déjame decirte que aquí no hay de eso. No, señor. De hecho, es como si de Rojas dijera: “¿Final feliz? ¡Ja! ¡Aquí te dejo con una tragedia que te hará replantear tus decisiones amorosas!” Todo el mundo muere o sufre de alguna forma. Es como si Shakespeare, un siglo más tarde, hubiera leído **La Celestina** y pensara: "Esto de matar a todos los personajes al final suena bastante bien, me lo voy a apropiar".
## Humor y tragedia en igual medida: una comedia que se viste de tragedia, pero sigue siendo una comedia
Lo fascinante de **La Celestina** es cómo juega con la comedia y la tragedia de una forma tan entrelazada que a veces no sabes si estás riendo o llorando, o ambas cosas a la vez. Celestina es un personaje tan cómico como trágico, una mujer que manipula la vida de los demás con la misma facilidad con la que prepararía una sopa. Hay algo irónico en cómo una mujer tan vieja y experimentada se dedica a facilitar el amor joven y estúpido, como si estuviera empujando a dos niños hacia un precipicio mientras sonríe y les dice: "¡Vamos, es divertido!"
En este sentido, la obra es una especie de broma cósmica. Los personajes creen que están en control, que están moviendo los hilos de su destino, cuando en realidad son las marionetas de sus propios deseos y errores. La Celestina misma es solo una catalizadora; lo que realmente mueve la trama es la estupidez humana. Y Fernando de Rojas lo sabe, lo disfruta y, en última instancia, lo explota de la manera más cruel posible.
## Reflexión final: Cuando el drama amoroso llega al límite
**La Celestina** es esa obra que te hace querer golpear a todos los personajes en la cabeza y gritar: "¡Basta! ¡Por Dios, usen su cerebro!" Pero también es un recordatorio brillante de que, aunque nos guste pensar que somos criaturas racionales, a veces nuestros corazones nos llevan por caminos tan absurdos como cómicos.
En resumen, si alguna vez te has enamorado, hecho una tontería por amor o contratado a una alcahueta para que te ayude a conquistar a alguien, **La Celestina** es tu historia. Eso sí, con la advertencia de que, probablemente, no acabará bien. Así que prepárate para reír, llorar y luego reír otra vez, porque Fernando de Rojas sabía muy bien que en el amor y la vida, la línea entre la comedia y la tragedia es peligrosamente fina.
-----------------------HOY EN DIA : En el barrio más caótico de una ciudad que parece sacada de una película de bajo presupuesto, **Calisto**, ese muchacho que confunde los likes en Instagram con el amor verdadero, sigue obsesionado con la bella **Melibea**, una influencer que se dedica a vender productos para el cabello mientras hace retos absurdos en TikTok. Un día, mientras Calisto paseaba a su perro de diseño por el parque, ve a Melibea haciendo un *live* con el típico filtro de orejas de perro, y ¡zas!, flechado. Se enamora instantáneamente como quien cae en una trampa de Black Friday.
Calisto, por supuesto, es un hombre de acción… o al menos eso cree. Después de revisar todo su guardarropa y aplicarse más loción que un adolescente en su primer baile, decide que es hora de mover ficha. Pero, como es incapaz de mandar un mensaje directo sin sonar desesperado, recurre a la experta en ligar del barrio: **Celestina**, la reina del mercado negro de aplicaciones de citas y poseedora de más "trucos de amor" que cualquier programa matutino de televisión.
Celestina no tiene tiempo para tonterías. Entre vender amuletos de la suerte y ofrecer cursos de "cómo conquistar a tu crush en 5 pasos", accede a ayudar a Calisto, pero solo si le paga en bitcoins (ella es muy moderna, claro). El plan es sencillo: darle a Melibea una poción de amor disfrazada de smoothie verde desintoxicante y convencerla de que Calisto es el hombre de su vida, aunque su perfil de Tinder sugiera lo contrario.
Mientras tanto, los leales empleados de Calisto, **Pármeno** y **Sempronio**, dos vividores que se la pasan husmeando en portales de apuestas deportivas, también quieren sacar tajada del asunto. Así que se alían con Celestina en secreto para llevarse su parte del botín. Ellos, sin ninguna habilidad útil aparte de procrastinar y quejarse, están convencidos de que lo mejor que pueden hacer es sabotear a su jefe, porque... bueno, ¿qué es un poco de traición entre colegas?
El plan de Celestina parece ir viento en popa: Melibea empieza a notar a Calisto, pero, ¡sorpresa!, no por el smoothie, sino porque él le mandó cientos de corazones en todas sus redes sociales y le prometió colaborar en un video viral. Melibea, que se mueve entre filtros y hashtags, está más interesada en su número de seguidores que en el chico desesperado. Sin embargo, decide darle una oportunidad, porque si algo es cierto en este mundo digital, es que todo suma si puede generar contenido.
Pero, como en toda buena historia, las cosas salen mal. Celestina se pasa de lista, Pármeno y Sempronio terminan siendo baneados de todas las redes por spam, y Calisto... bueno, él sigue pensando que el amor verdadero se mide en comentarios.




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